Esta experiencia es muy dinámica y divertida, ya que es una cena y juego a la vez. Muy recomendable para familias y amigos.
Es una experiencia gastronómica en la que todos los comensales interactúan entre sí junto con un camarero, que hará de narrador y guía en todo momento. ¡La dinámica es sencilla! Los comensales cenan con los ojos tapados por un antifaz y disfrutarán de un menú sorpresa, totalmente desconocido. Previamente el chef conocerá los gustos, alergias e intolerancias alimentarias de los comensales para hacer cualquier adaptación del menú.
La experiencia gastronómica cuenta con el apoyo de un guía y camarero que ayudará a dar pistas de ingredientes, texturas, sabores y aromas que los comensales deberán de adivinar. ¿Quién se apunta?